lunes, 30 de junio de 2014

Crúzate otro día más en mi camino...

Hoy, te he vuelto a ver pasar, y como cada vez que te veo, me he vuelto a morder el labio. Imaginándo que quizás hoy todo podría cambiar.

Un día más, has pasando a mi lado. Un día más, en el que mi punto de mira se fijó en ti, y sólo en ti. Como si alguna vez hubiese cambiado... Quizá no me creas, pero, sabría describir palmo a palmo cada centímetro de tu cara, cada movimiento extraño que has hecho estando yo presente, cada prenda que has llevado puesta en mi presencia... Quizás roce la obsesión, lo que comienza a preocuparme.

No sé como lo haces, pero, todas las noches, justo antes de dormirme, estas tú. 


A oscuras.


Observándome en silencio.


Cada vez más y más inoportuna tu imagen me persigue, sin saber que quiere de mi, o que quiero yo de ella... Sin saber si esto es una auto tortura, o una puta locura, porque en el fondo sé que no eres para mi. Día si y día también, tratando de afrontar si realmente te quiero sin conocerte o eres sólo una ilusión. Y, lo más probable es que sea la segunda opción... 

Todos necesitamos un aliciente que nos ayude a continuar con nuestra vida, que nos inspire en lo que nos gusta, y quizás esta ilusión sea la musa de mis escritura y mis sueños. 

Pero...

Quizás y solo quizás.... No es sólo una ilusión...





Y sobre todo, quizás y sólo quizás, existe una reciprocidad mínima...